En la mira

¿Otra guerra de los pasteles?

El respeto al derecho ajeno es la paz

Su majestad, Nicolás Sarkosy, concedió, “hará el favor a México” de permitir que se celebre el Año de México en Francia, pero advirtió que lo dedicará a su compatriota, Florence Cassez, presa en México por secuestro y condenada a purgar una pena de 60 años de cárcel. La condición para permitir los festejos es que en todos los eventos que se realicen con ese objetivo un representante de su gobierno hablará para dar a conocer la posición de Francia sobre el caso de Florence.

El gobierno de México ya dio su respuesta oficial a “tan graciosa concesión”: En virtud de tales declaraciones y como no están dadas las condiciones cancela los festejos del Año de México en Francia. Afirmó en un comunicado que “no permitirá que los artistas y creadores, así como empresarios y demás participantes en este programa, sean expuestos a manifestaciones ajenas al fin que los convocó”. Consideró sorprendente que un jefe de Estado tome una decisión de política exterior que afecta los vínculos entre dos pueblos y gobiernos en consulta con una persona condenada por delitos particularmente graves. Ratificó que a Florence Cassez se le juzgó conforme a Derecho, y “México no está dispuesto a negociar el Estado de Derecho en ningún caso”.

El gobierno mexicano recordó que desde 2009 dejó claro al de Francia que es imposible el traslado de Florence Cassez a su país de origen, al amparo de la Convención de Estrasburgo, “debido a las diferencias sustantivas entre los sistemas jurídicos de ambos países”.

El convenio de Estrasburgo de ninguna manera obliga al Estado requerido a consentir en una solicitud de traslado y menos cuando se trata de una persona a la que se le ha comprobado su participación en el delito de secuestro, el cual se considera particularmente grave.

Sarkosy, por su parte, había solicitado una vez más al gobierno mexicano que su compatriota fuera transferida a Francia y “si en el futuro México nos hace una solicitud igual respecto a algún preso mexicano, inmediatamente lo transferiremos a México”, añadió.

A su lado estaba la canciller francesa, Michelle Alliot-Marie, que apenas hace unos días se mostró profundamente disgustada con México porque el Poder Judicial de este país negó el amparo a Cassez, que le hubiera permitido un nuevo proceso, y amenazó con que no asistiría a ninguno de los actos que se realizarán este año dentro de los festejos del Año de México en Francia; además, aseguró que las relaciones entre las dos naciones quedarían dañadas.

Pareciera que esta dama, que maneja precisamente las relaciones exteriores de su país, no conoce de diplomacia ni sabe que las autoridades francesas no pueden entrometerse en los asuntos internos de otra nación, como es el caso.

Por lo visto el gobierno francés no escarmienta. Volvemos a ”La guerra de los pasteles”, que fue el pretexto para que nos invadieran en el siglo 19. ¿Cuál es el siguiente paso, que envíen a otro Maximiliano y tropas para mantenerlo en el poder?

Se los dijo Juárez en su momento, aunque no lo han entendido: "Entre los individuos, como entre las naciones, el repeto al derecho ajeno es la paz".

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